Las Manos
- Fabiola Madrigal
- 10 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Las manos son nuestra principal herramienta, el instrumento que permite que la materia se transforme. El vínculo entre la mano , la idea y la materia hacen surgir, en esta acción transformadora, la diversidad creativa que alimenta la vida y que ha permitido a la humanidad avanzar más allá de sus propios límites. En el hacer queda condensado el tiempo no solo de la mano, también queda atrapado el que usa y el que contempla la forma, que en tiempos ancestrales estaba al servicio de rituales y cultos, acompañando viajes sagrados , fiestas y ritos para mantener el equilibrio fundamental de la Naturaleza.
El trabajo hecho a mano , lo artesanal, es tal vez , una forma de resistencia frente a la producción en serie que llena nuestro cotidiano muchas veces de objetos desechables, cuya obsolescencia programada trae consigo las consecuencias que vemos y vivimos a diario en un planeta cada vez más destruido por esa lógica mercantil. Detrás de esta forma de producción que heredamos de la Revolución Industrial y bajo el concepto de “ progreso” que la Modernidad ha levantado como pilar fundamental hemos ido perdiendo los oficios y las artesanías tradicionales, junto con ello, también hemos perdido la valoración justa y digna de objetos cuya fabricación funciona con otra lógica, en donde el tiempo y la energía ocupado en ello puede demandar por supuesto el doble o el triple de lo que es producido de manera industrial. Las manos ahora están en las fábricas de un mundo globalizado y el trabajo de esas manos ha sido devaluado al nivel de la explotación más aberrante. Cambiar la forma en que nos relacionamos con los objetos, consumir los necesarios teniendo conciencia de ello y del impacto que genera su producción y su perdurabilidad, valorar el trabajo de los artesanos locales , será una forma de rescatar aquellos oficios perdidos y absorbidos por un sistema en los que muchos de ellos han desaparecido. Recuerdo haber conversado con unas artesanas chilotas sobre la cestería tan característica de la Isla , al preguntarles sobre las nuevas generaciones y el aprendizaje del oficio me contaban que sus hijes no se interesaban por aprender ni heredar ese conocimiento y no es que esos jóvenes no puedan o no quieran hacerse cargo de saberes ancestrales es lamentablemente que la falta de interés viene acompañada de lo subvalorado y probablemente de observar que el trabajo y el esfuerzo realizado no encuentran un receptor que valore todo el esfuerzo puesto en su creación.
Les dejo estas canciones que homenajean a las manos creadoras de todos los pueblos:
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